sábado, 31 de diciembre de 2016

Séptimo año de este blog

 

Queridos lectores,

Como siempre por estas fechas, es la hora de hacer balance de cómo se ha desarrollado este blog durante el último año, y también como siempre he escogido una imagen significativa de los temas que hemos tratado. Este año he escogido la figura 3.16 del último informe anual de la Agencia Internacional de la Energía, puesto que, como ya comentamos, es lo más cerca que este organismo asesor de gobiernos ha estado de reconocer que hemos llegado al máximo de producción de líquidos del petróleo.

Como es costumbre, analicemos el pasado, presente y futuro del blog.


Pasado:

Este año la tregua económica del año pasado ha proseguido en España, mostrando incluso algunos signos de recuperación (dependiendo, claro está, de las estadísticas que se miren). El paro en España ha continuado su disminución paulatina, estando ahora mismo un poco por debajo del 19% (cuestiones estadísticas al margen), aunque los últimos cuatro meses encadenan ligeras subidas, en vez de bajadas.  El PIB sigue creciendo a buen ritmo y se espera que el año cierre no lejos de la marca del 3%, aunque los niveles de exclusión social y pobreza, igual que los años anteriores, continúan siendo alarmantes. Fuera de mi país, los problemas con los refugiados, los atentados radicales, la creciente xenofobia e intolerancia y el auge de las soluciones populistas a los complejos problemas que tenemos se están volviendo moneda común en Occidente, mientras en zonas delicadas como Oriente Medio y el Norte de África las guerras que había continúan y el riesgo de que comienzan nuevas crece cada año que pasa. En suma, la manía de imponer un modelo basado en el crecimiento en un mundo en decrecimiento energético forzado pero no aceptado está haciendo crecer la tensión hasta el límite (porque hasta para la tensión hay un límite).

Respecto al blog, contando éste el año se cerrará con 57 posts, el menor número de posts publicados en un año y cantidad considerablemente inferior (un 20% menos) a la del año pasado (71), que era a su vez inferior a la de los años anteriores. El número de posts va en descenso a pesar de las contribuciones de gran calidad de otros autores (a los que nuevo agradezco su generosidad y dedicación). Si mi falta de tiempo ya era considerable, la necesidad de buscar dinero sobre todo fuera de España para mantener mi grupo de investigación ha hecho que cada vez tenga menos tiempo para leer, documentarme y poder escribir más posts, aunque intento mantener la calidad de los que publico. Parece que la estrategia no está resultando tan mala en vista de que últimamente se está produciendo una cierta aceleración del número de visitas al blog, en parte también porque en su madurez The Oil Crash se ha convertido en un lugar de referencia donde buscar información.

Desde el punto de vista de la estadística, las discrepancias entre Google Analytics y el propio blogger son como siempre muy amplias en cifras absolutas, debido a la diferente manera que tienen de medir las visitas. Así, según Google Analytics hasta hoy ha habido 3.142.700 visitas y se han visualizado  8.334.600 páginas, mientras que según la contabilidad interna de blogger (de la que se nutre el contador que pueden ver aquí a la derecha) el número de páginas vistas (no hay estadísticas de las visitas) ha sido de más de 7.615.000. Como siempre, en lo que sigue usaré las estadísticas de Google Analytics, que son más detalladas, pero tengan siempre en cuenta estas desviaciones entre un método y otro de medida, que implican que más que fijarse en los números absolutos deben confiar más en las tendencias.

Desde el 31 de Diciembre de 2015 al 30 de Diciembre de 2016 el número de páginas vistas fue de 1.083.501, un 27% inferior al del anterior período anual (
1.479.501), una caída mayor que el descenso del 20% en el número de posts, lo que implica que éstos tuvieron menos éxito. El número de visitantes únicos durante el último año fue de unos 155.000, que cuando se compara con los 253.000 del año pasado nos indica una caída muy importante, del 39%. El número medio de páginas por visita se mantiene (2,42) y aumenta ligeramente  la duración media de las visitas (1'50'' frente a los 1'45'' del año anterior).  El porcentaje de visitas recurrentes (quien viene más de una vez) ha aumentado bastante (66,7% este año frente al 59,8% del año pasado). Todos estos números indican una cierta madurez del blog, que ya no atrae tanta gente nueva como antes, y no sólo porque se publiquen menos posts en él. Simplemente, se está saturando su público objetivo.

A pesar de todo, el blog ha mantenido una buena afluencia de público, que ha hecho que durante 2016 hayamos llegado al séptimo millón de páginas vistas el 1 de agosto. A ritmos actuales (de unas de 115.000 páginas vistas al mes) es previsible que a mediados de abril el blog llegue a los ocho millones de páginas vistas.

En cuanto a la procedencia de los visitantes, durante 2015 España siguió ocupando el primer lugar con el 78,1% de los visitantes, seguida de
México (3,1%), Argentina (2,9%),  Colombia (1,5%) y Chile (1,3%); cifras similares a las del año pasado. La media de tiempo de lectura de los posts (1'50'') es similar en todos los países al menos hasta el puesto décimo, con la excepción de los EE.UU. (1'). Como siempre, la segunda parte de la tabla de los diez primeros países está formada por países de habla no hispana: Reino Unido (6º), EE.UU. (7º), Alemania (8º), Italia (9º) y Francia (10º).

Este año el portal meneame.net, donde algunos posts tuvieron mucho éxito en el pasado, no aparece como una fuente significativa de enlaces, y también probablemente por eso las cifras relativas del blog han caído, quedando menos usuarios pero también menos casuales (lo que explicaría la mayor proporción de usuarios recurrentes). En la actualidad, muchos usuarios acceden al blog desde el Foro Crashoil o desde diversos diarios o blogs de actualidad y especializados.

En términos absolutos (contando desde el año 2010, inicio del blog), el número de visitantes únicos ha sido de 1.202.244, mientras que hasta el 30 de Diciembre de 2015 era 1.053.431. Este dato confirma que se ha  seguido produciendo una gran renovación de lectores este año. De éstos, el 61,7% fueron recurrentes, lo que nos da unos 740.000 visitantes más o menos asiduos, un 15% más que el año pasado. Analizando el grado de penetración en el caso del país que más lectores envía, España, y asumiendo aproximadamente un 80% de españoles de esos 740.000 visitantes asiduos, eso nos da unos 592.000 españoles asiduos de estas páginas, lo cual supone casi el 1,3% de la población. Seguimos, pues, por encima del umbral simbólico del 1% donde algunos sitúan el punto de transición para conseguir la concienciación de una sociedad, cosa que es coherente con una reciente estadística que afirma que el 30% aceptaría el decrecimiento.

A día de hoy (estadísticas de blogger, en este caso) los 10 posts más vistos son "Un año sin verano" (2013), con 87.494 visualizaciones; "La España buena y la España mala" (2013), con 50.917; "Tus vecinos no se conformarán con un YA OS LO DIJE" (2015), con 46.759; "El pico del diésel" (2012), con 40.733 visualizaciones; "Digamos alto y claro: esta crisis económica no acabará nunca" (2010), con 40.458 (gran subida) ; "La espiral" (2014), con 29.127;  "Fracking: rentabilidad energética, económica y ecológica" (2013), con 26.095; "El colapso social" (2016), con 25,520; "Postal desde Portugal" (2012), con 21.858; y "Sobre la escasez de recursos y expansionismo militar" (2013), con 20.180. Sólo uno de los 10 posts más destacados fue publicado este año,
"El colapso social", que tiene el considerable mérito de haber sido publicado hace poco (el 10 de noviembre).


Presente:

Lo más destacado acerca del blog este año es la llegada hasta los siete millones de páginas de vistas. Los comentarios siguen cerrados; ya saben que si quieren discutir sobre los temas aquí tratados y otros similares siempre pueden acudir al Foro Crash Oil.

Futuro:

No preveo un cambio muy radical de la línea del blog en el próximo año, aunque sí espero una mayor atención pública a la temática del blog, básicamente porque algunos de los problemas que hemos podido esquivar durante este año no podrán ser capeados por mucho más tiempo. Si, para nuestra desgracia, alguno de los peores escenarios descritos aquí acaba ocurriendo, es previsible que la afluencia y relevancia del blog aumenten. Son tiempos de creciente incertidumbre, y por lo pronto en Occidente parece que las opciones simplistas y populistas están ganando terreno (y en Europa el belicismo), así que espero que The Oil Crash ayude a plantear ciertos debates necesarios desde una perspectiva más racional que como se suelen plantear. Permanezcan en sintonía.

Que tengan Vds. una buena entrada de año y Feliz Año 2017.

Salu2,
AMT

viernes, 30 de diciembre de 2016

Predicciones para 2017



Queridos lectores,

Llegamos una vez más a ese punto del año en el que hacemos el complicado ejercicio de intentar aventurar qué nos deparará el año que está por comenzar. Entre los que nos dedicamos a alertar de las graves consecuencias que tendrá la continuada y deliberada ignorancia de los problemas que está causando y que causará el inevitable declive energético, es moneda común hacer estos ejercicios de prospección, anticipación o adivinación (así calificados según la indulgencia de quien los valora), a pesar de la dificultad intrínseca que comportan y del riesgo de descrédito que se sigue cuando las cosas no van como estaban "previstas". La razón de hacer este ejercicio, a pesar de su dificultad y riesgo, radica en la necesidad que tiene la actual sociedad, infantilizada y acomodaticia, de fijar plazos concretos para reaccionar a los problemas anunciados, incluso plazos excesivamente breves (un año, en este caso) para la dinámica propia de los procesos en marcha. Así que, un año más, intentaremos anticipar qué es lo que nos pueden deparar los próximos 365 días, teniendo en cuenta las actuales tendencias energéticas y económicas.

Antes de pasar a hacer las previsiones para el 2017, echemos un vistazo a cómo fueron las que hicimos en 2015 sobre cómo iría 2016.

  •  Situación del precio del petróleo: Correcto en lo que se refería a que la situación de precios bajos se prolongaría, equivocado en esperar que a partir del verano el precio remontaría con fuerza: algo remontó, pero mucho menos de lo esperado, probablemente porque ni ha quebrado una empresa productora suficientemente grande aún, ni ha colapsado un país productor importante. Considero esta previsión esencialmente fallida.
  • Estallido de la burbuja del fracking: Si bien la burbuja del fracking se ha ido desinflando a lo largo del año (con una caída de la producción de casi el 20% del petróleo ligero de roca compacta o LTO, que se produce mediante fracking, en los EE.UU.), en los últimos meses se ha producido una ligera recuperación de la producción de LTO en el gigante americano, motivada más por las expectativas que por las capacidades reales del mercado o el abaratamiento real de los costes de producción. A pesar de las continuas quiebras de empresas productoras en los EE.UU., el capital financiero aún apuntala a las empresas de fracking y no se ha producido la anunciada implosión financiera. Esta previsión ha sido completamente errónea.
  • Será cada vez más difícil ocultar que se ha producido el peak oil: A pesar de las peculiaridades del último informe de la Agencia Internacional de la Energía, especialmente en lo que se refiere al peak oil, lo cierto es que es un tema del que no se habla (aunque hay una preocupación creciente entre los expertos por el futuro de la producción de petróleo, dado lo agresivo de la desinversión petrolera). El esperado declive de producción de hasta 2 Mb/d no se ha producido, aunque 2016 probablemente se cerrará con una producción inferior a 2015. Previsión fallada en lo principal.
  • Recesión europea: Completamente equivocada. Puede que las economías europeas en su conjunto estén más o menos en estado letárgico (no, por cierto, España, cuya economía crece a buen ritmo), pero no hay tal recesión.
  • Las guerras europeas: Ni tanto ni tal calvo. Siguen los problemas que había, se intuyen algunos nuevos, pero no hay conflictos en ciernes - con los que hay ya estamos bastante servidos en miseria y terror. Previsión bastante fallida.
  • ¿Y la española?: Si algo es cierto es que España no ha entrado en ningún nuevo despliegue militar, pero no por las razones indicadas en esta previsión (falta de gobernabilidad) sino porque no ha habido necesidad. Fallida.
  • España, ingobernable: Sorprendentemente, muy acertada, defenestración de Pedro Sánchez incluida.
  • Cataluña, camino a la independencia: Con matices, previsión acertada. En 2016 se ha seguido por el mismo camino por el que se iba, con una tensión creciente entre España y Cataluña, y se han dejado los platos fuertes para 2017, como se preveía.
  • Desestabilización climática: Acertada en la evolución del hielo ártico y el alza de temperaturas, pero no se ha dado ni el año sin verano (que en todo caso era sólo una posibilidad) ni demasiados extremos climáticos (aunque depende de dónde viva el lector no estará de acuerdo, por ejemplo si lo hace en Valencia). Considero la previsión esencialmente acertada, con matices.
  • Cierre de este blog: No se consideraba probable y no ha pasado. 

En resumen, puede que mis previsiones para 2016 hayan sido las peores que he hecho desde el comienzo de este blog, pues la gran mayoría han fallado. En mi opinión, porque el plazo fijado era demasiado breve para lo que se quería describir, así que ya pueden imaginar por dónde van a ir mis previsiones para 2017, que ahora enuncio.
 
  • Comienzan a notarse la caída de la producción de petróleo: La combinación del declive natural de producción de los campos maduros, los costes crecientes para la producción de nuevos yacimientos y sobre todo la brutal desinversión en el sector provocará que en 2017 la caída en producción de todos los líquidos del petróleo no sea una cosa sutil, sino algo bien marcado y definido. La magnitud de la caída dependerá de cuánto dinero público decida gastarse Donald Trump en el fracking (ver más abajo), pero parece poco probable que EE.UU. dilapide la monstruosidad requerida para evitar que la caída de producción sea ya evidente en 2017. Con todo, la caída desde máximos no llegará aún a los 2 Mb/d y por tanto los medios especializados lo considerarán un simple bache que puede ser remontado. Es decir, 2017 aún no es el año del reconocimiento público del peak oil, aunque seguirá ganando fuerza el hablar de la falacia del peak demand.
  • EE.UU. lo apuesta todo al fracking: Dado el gabinete que ha configurado Donald Trump y su apuesta por relocalizar toda la actividad productiva posible a su país, y teniendo en cuenta la cantinela sobre la presunta abundancia energética de los EE.UU. de los últimos años, es más que probable que la nueva administración norteamericana apostará fuerte por el relanzamiento del extractivismo en su suelo patrio. Eso implicará una relajación de la regulación y de los impuestos a pagar por las empresas extractivas, y en el caso concreto del petróleo eso afectará con fuerza a las explotaciones en el mar, en la Reserva de Alaska y a las múltiples explotaciones de fracking. Pero estas últimas son desesperamente ruinosas, con lo que el propio Estado, mediante créditos blandos y otros mecanismos financieros, financiará los costes de exploración y desarrollo. Lógicamente, eso implicará desviar dinero de otros sitios, pero si como prometió Trump EE.UU. se repliega militarmente (o cobra peaje por su protección a sus vasallos) la cosa puede durar un tiempo. Esta financiación pública puede camuflar el efecto del peak oil durante todo 2017, e incluso la producción de LTO podría recuperar su máximo histórico.
  • Recesión, por fin: Una de las cosas que puede precipitar el fin del apoyo público estadounidense al fracking es el comienzo de una nueva crisis económica (aunque, por poner las cosas en su justa medida, tengan en cuenta que desde este blog llevamos vaticinando esa crisis desde finales de 2014 y aún no ha asomado su pata en Occidente). A pesar de la mucha tensión financiera acumulada en el sistema y otros problemas, dadas las tendencias actuales no creo que la recesión se manifieste en Europa hasta finales de 2017; pero cuando llegue lo hará con fuerza, con quiebras de algunos bancos importantes. En el caso concreto de España, la bolsa se mantendrá prácticamente plana, como este año, subiendo muy pocos puntos porcentuales con respecto a la apertura del año, hasta que probablemente hacia finales de año experimentará una caída bastante fuerte, de alrededor de un 20% por debajo de los valores del principio de año. Poco antes el paro comenzará a repuntar otra vez, y lo hará con fuerza, lo cual hará crecer el descontento.
  • Auge del populismo: Europa se enfrenta a nuevas citas electorales clave, como las presidenciales francesas, y algunas elecciones menores podrían acabarse convirtiendo en cuestiones de confianza de más de un gobierno. La manera en la que se gestione el Brexit puede desencadenar nuevos conflictos. Entre tanto, los problemas con los refugiados y los atentados de corte islamista harán que la xenofobia y el populismo ganen cada vez más peso político.
  • Nuevas guerras: El escenario bélico global seguirá extendiéndose, y el año que viene se añadirá un conflicto armado en al menos un nuevo país clave en el juego geostratégico de los recursos. Cuál es difícil de saber, aunque algunos como Nigeria (aquí sería más bien una escalada) tienen más bazas. Conviene no perder de vista tampoco Venezuela, donde las tensiones son crecientes, aunque espero que en este caso los problemas no tomen la forma de una guerra civil y más bien sean revueltas.
  • La España ingobernable (segundo acto): La crisis de gobernabilidad de España de este año se ha cerrado en falso, con un gobierno en minoría y con no demasiado margen de maniobra, dependiente de lo que haga ese pecio a la deriva en el que se está convirtiendo el PSOE. El presupuesto del año 2017, que se tendrá que aprobar en enero, conllevará un considerable coste político para el Gobierno y para quienes le apoyen, pues se tendrán que tomar nuevas medidas restrictivas del gasto. Para cuando estalle la previsible recesión, el Gobierno se volverá muy impopular y quienes ahora le apoyan se cuestionarán si merece la pena mantener el apoyo o ir a unas nuevas elecciones. El gobernante PP cuenta con la ventaja de que el PSOE está en proceso de redefinir su nuevo liderazgo, Ciudadanos lucha por preservar un espacio propio y Unidos Podemos se pierde en luchas internas lejos de las necesidades de los ciudadanos. Aún así, la  amenaza de nuevas elecciones será continua y se podría acabar materializando por cualquier futesa a priori irrelevante.
  • Cataluña, colisión inminente: El calendario de los problemas económicos no va a ayudar al ejecutivo español en su gestión de la amenaza separatista en Cataluña: de acuerdo con la hoja de ruta actualmente trazada por el ejectivo autonómico catalán, en septiembre de 2017 se tendría que celebrar por fin el ansiado referéndum sobre la independencia - algo complicado de materializar, dado que la Generalitat no tiene competencias reconocidas en esa materia y el Gobierno de España no desea hacer tal cosa ni en sueños, y  tampoco es cuestión repetir el vodevil del 9N. La estrategia actual de encausar a cargos públicos catalanes por diversos motivos no ayuda a rebajar la tensión, sino al contrario, puede producir el efecto contrario y empujar a los indecisos hacia el bando independentista.
  • El cambio climático no descansa: La situación con el hielo ártico y antártico no va a mejorar, sino que más bien tenderá a empeorar. Si se consolida el cambio de fase observado este año, el descenso de la cobertura del hielo marino global podría acelerarse. Las temperaturas globales seguirán su lenta pero decidida ruta de ascenso, y probablemente se vivan nuevos fenómenos extremos locales.
  • Cierre de este blog: Aunque este blog no es demasiado simpático para ciertas personas, aún es demasiado pronto para su cierre.

En resumen: 2017 será un jalón más del declive energético que ya ha comenzado, y no podemos descartar que durante el próximo año se produzcan algunas perturbaciones importantes.


Salu2,
AMT

miércoles, 28 de diciembre de 2016

The Oil Crash: año 11

Evolución del hielo marino global a lo largo de diversos años

Queridos lectores,

Hace 11 años ya que la producción de petróleo convencional llegó a su máximo efectivo (leve y brevemente superado en 2008) y desde entonces el mundo entró en una nueva época, la del petróleo difícil de conseguir, la de la economía global disfuncional, aunque a los líderes económicos y políticos les cueste reconocerlo. Durante todo este tiempo se ha intentado compensar el estancamiento (y últimamente el declive) de la producción de petróleo convencional introduciendo otros hidrocarburos líquidos, no convencionales, que se parecen más o menos al petróleo (aunque no puedan replicarlo en todos sus usos). Estos "petróleos no convencionales" han introducido un montón de nuevos problemas, no sólo por su repercusión ambiental sino también por su baja rentabilidad, que ha arrastrado a las compañías productoras a los números rojos incluso mientras el petróleo fue caro (hasta 2014). Pero incluso con esos malos sustitutos, la producción total de hidrocarburos líquidos más o menos asimilables a petróleo (lo que en un abuso de notación se conoce como "todos los líquidos del petróleo") probablemente llegó a su máximo absoluto histórico el año pasado - aún faltan un años para saber si 2015 marca realmente ese valor máximo, aunque en todo caso la cifra de 2015 no será nunca superada de manera significativa, y la fecha del inicio del declive terminal no puede estar demasiado lejana.

Una vez más, en este post hago un recorrido por determinadas noticias que durante este año han marcado la cada vez más difícil relación entre energía, economía y sociedad en un mundo que se ve enfrentado a una progresiva escasez energética y de recursos. En los medios de comunicación y en el lenguaje de los expertos, este nexo es sistemáticamente ignorado o ninguneado, y por ese motivo veo especialmente relevante este post, para como mínimo motivar una pequeña reflexión fuera de las veredas más comúnmente transitadas.

He aquí, por fin, la relación de eventos que he destacado este año.

- El precio del petróleo no sube: Después de 3 años (2011 a 2014) de precios históricamente elevados, el elevado precio de los hidrocarburos líquidos motivó un significativo descenso de la demanda que llevó a una drástica bajada del precio (un ciclo más de la espiral de destrucción de oferta - destrucción de demanda de la que ya hemos hablado). A pesar de que los bajos precios del petróleo debían estimular un rápido crecimiento de la demanda, lo cierto es que la demanda no se ha recuperado tan rápido como esperaban muchos analistas. La razón tiene mucho que ver con la progresiva devaluación interna de las clases medias en Occidente y la incapacidad de hacer crecer el consumo de masas de manera persistente. Al final, por tanto, la demanda destruida no se ha recuperado con la celeridad esperada. También ha contribuido a postergar la subida de los precios el hecho de que durante 2014 y 2015 los stocks (la cantidad de petróleo almacenada por estados y empresas) ha llegado a niveles históricamente elevados, y hasta que tal stock no sea evacuado el precio se mantendrá bajo aún un tiempo.

Gráfica del último Oil Market Report de la Agencia Internacional de la Energía

 

- Las compañías petroleras desinvierten agresivamente de la exploración: Los costes de exploración y desarrollo de nuevos yacimientos y explotaciones de hidrocarburos líquidos se multiplicaron por tres, en términos reales, en el conjunto de la industria del petróleo y el gas desde el año 2000 hasta el año 2014. Lo cual es lógico, porque desde 2005 una proporción cada vez mayor de estos hidrocarburos líquidos provienen de explotaciones no convencionales, mucho más costosas. Desde 2011 al 2014, a pesar de tener un precio del barril de petróleo por encima de los 110$, las 127 mayores compañías de petróleo y gas del mundo perdieron en su conjunto más de 100.000 millones de dólares al año. Desde agosto de 2014 y hasta ahora, con un precio a penas por encima de los 50$ por barril, la sangría se ha hecho mucho más grande. No es de extrañar así que quiebren dos o tres compañías pequeñas o medianas cada semana. Tal sangría ha llevado a las grandes compañías a tomar una decisión drástica, y desde comienzos de año han disminuido sus gastos en exploración y desarrollo de manera taxativa, en un movimiento que tiene más de lucha por la supervivencia que de estrategia a largo plazo.


Ahora mismo, la trayectoria que sigue la industria es prácticamente de barrena: ya explicábamos al analizar el informe anual de 2016 de la Agencia Internacional de la Energía que si no se cambia rápido esta tendencia, durante 2017 se tendrían que aprobar nuevos proyectos a un ritmo nunca visto históricamente. 



Dada el lapso de tiempo que pasa entre que se empieza un proyecto y se empieza a vender la primera gota de petróleo, la actual desinversión garantiza una caída bastante rápida del suministro de petróleo dentro de unos pocos años. De hecho, por primera vez en un informe anual la Agencia Internacional de la Energía nos ha mostrado qué es asomarse en este abismo, y aún así lo ha edulcorado bastante para que no se vea toda su profundidad.

  

La destrucción de Alepo
- La guerra de Siria: Entre tanto, en Siria se continúa librando una guerra confusa al servicio de intereses no declarados. No casualmente el terreno en disputa, donde se asienta el fantasmagórico Estado Islámico, toma buena parte no sólo del Kurdistán sirio sino también del irakí, donde están algunas de las últimas reservas de petróleo no completamente explotadas del mundo y eterno Eldorado por el que suspiran los principales asesores energéticos del mundo. Mientras las dos principales potencias mundiales, EE.UU. y Rusia, libran una partida de ajedrez, apoyados localmente por otras potencias regionales (Arabia Saudita, Turquía e Irán), la guerra sigue cobrándose su implacable precio de vidas humanas y de destrucción salvaje, sin que en Occidente la ciudadanía se pregunte sobre las causas reales del conflicto y si realmente tanta muerte y miseria merece la pena. Entre tanto, otras guerras por el control de los recursos, ya sea su producción o su distribución, o simplemente restos de guerras anteriores, siguen librándose en cada vez más rincones sin que gocen ya del foco mediático: ¿Quién se acuerda de Ucrania? ¿De Sudán del Sur? ¿De Malí? ¿Llegó por fin la paz y la democracia a Egipto?

Tropas españolas destacadas en Malí
- Y otras guerras que vienen: La tensión creciente de un mundo escaso de recursos para la ambición de unos pocos que siguen creyendo que se puede crecer indefinidamente en un planeta finito hace que 2016 haya sido una nueva vuelta de tuerca en el crecimiento de tensiones internas que acabarán derivando, si nadie lo remedia, en guerra abiertas, ya sea civiles, ya sea con los países vecinos. El caso de Nigeria es paradigmático, pues la situación de guerra civil es casi un hecho allí. La lista de otros países donde la tensión va creciendo por problemas diversos (problemas entre los que destaca pero no es el único la escasez de petróleo o gas) es muy extensa. Destacaré solamente tres por las implicaciones que tienen para España. Por un lado está el caso de Argelia, donde la caída de ingresos por la venta de petróleo y gas acerca al país a un escenario de guerra civil, y si la división fuera suficientemente profunda podría alentar a países europeos, particularmente España y Francia por sus intereses gasísticoS, a intervenir sobre el terreno. Por otro lado, tenemos el caso de Malí (y Níger), del cual ya tratamos con cierto detalle la intervención militar francesa. Por último, es especialmente doloroso el caso de Venezuela, país cuya producción de petróleo está en un compromiso más serio de lo que se podría deducir de las estadísticas oficiales debido al hecho de que más de una tercera parte del total es petróleo extrapesado de la franja del Orinoco, el cual tiene un rendimiento económico y energético muy bajo y por tanto ayuda poco a la economía nacional. Diversos factores sobre el terreno están contribuyendo a llevar a Venezuela en una dirección cada vez más peligrosa, en la que ninguno deseamos que vaya.

- El problema de los refugiados: La contrapartida de las guerras cada vez más intensas en Oriente Próximo (lugar, por cierto, donde se produce la mitad del petróleo del globo) está llevando a un volumen de desplazados como el mundo no había visto desde la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de esos refugiados intentan entrar en la opulenta Europa, pero ésta es reacia a aceptar a los cientos de miles que huyen del horror y la muerte. La solución, por omisión o deliberada (a veces es difícil distinguir), es el confinamiento de esos centenares de miles de personas desesperadas en campos de refugiados, generalmente militarizados para que no escapen (cosa que los hace no tan lejanos a los antiguos campos de concentración para prisioneros de guerra). El año que ahora acaba ha visto cómo estos campos han incrementado su número y población, gracias sobre todo a un vergonzante acuerdo que la UE ha suscrito con Turquía. Con todo, la solución será como intentar poner una tirita en el muro agrietado de un embalse, si las guerras y revueltas continúan extendiéndose por Oriente Medio y el Norte de África. La creciente concienciación del ciudadano medio europeo ante el drama y la injusticia que están viviendo los refugiados necesitaba algún antídoto para evitar que éstos forzasen a sus gobiernos a tomar medidas humanitarias expeditivas tales como abrir las fronteras, y de este "antídoto" 2016 ha tenido también varias dosis.

- 2016, año de atentados indiscriminados: A rebufo de los ataques de París de noviembre de 2015, 2016 se ha visto trufado por una serie de atentados atribuidos a fanáticos islamistas, más o menos afines al Estado Islámico. Algunos han requerido el uso de armas y explosivos y un mayor nivel de preparación, al menos material (como el atentado del aeropuerto de Bruselas o el tiroteo en un pub gay en Orlando), pero para otros se han utilizado medios más sencillos sin ser por ello menos efectivos (como los atropellos múltiples, camión de gran tonelaje mediante, de Niza o Berlín), amén de un goteo de ataques "menores" (si se puede decir tal cosa) en los que un número reducido de personas fueron apuñaladas por algún energúmeno que se creía en la legitimidad para hacerlo. Todos estos atentados han sido mediatizados por algunos para crear una cierta psicosis colectiva que permita seguir recortando libertades individuales (recordemos que en Francia se ha extendido el estado de emergencia seis meses más) al tiempo que se demoniza convenientemente a los refugiados, para así despojarlos de su Humanidad y hacer aceptable sus deplorables condiciones actuales. Tal proceso es peligrosísimo, pues puede acabar creando una retroalimentación positiva, de modo de un grupo creciente de excluidos y desplazados asuman su rol de parias y enemigos de Europa, arrastrándonos a una verdadera guerra civil.


- Crisis global de legitimidad del establishment político: Si algo ha marcado el año 2016 es la sucesión de sorpresas políticas cuando se le ha preguntado al pueblo llano sobre sus preferencias en temas de los cuales, por algún motivo, era moneda común asumir cuál era el resultado correcto. Primero fue el Brexit, después la victoria de Donald Trump en las presidenciales americanas, y por último la derrota de Mateo Renzi en el referéndum sobre la reforma constitucional italiana. En todos los casos (aunque en los medios cueste de reconocer) se daba por hecho que el pueblo votaría "lo que se debía", en todos los casos las encuestas avanzaban la victoria de "lo que se debía", y en todos los casos el electorado ha elegido la opción rupturista (lo más rupturista de entre lo que se le ofertaba). Todas estas votaciones reflejan lo que cada vez más parece un clamor en Occidente: que el ciudadano de a pie no se siente representado por un poder político que es percibido como demasiado supeditado (cuando no directamente comprado) por el poder económico; y la clase media, en pleno proceso histórico de hundimiento, busca con desesperación opciones que le ofrezcan alternativas mejores que simplemente resignarse al plan impuesto por las élites para capear el descenso energético, consistente en que los más tendrán cada vez menos mientras que los menos tendrán, a pesar de la caída global, aún más. Es tal la ceguera oficial ante un proceso, por lo demás completamente lógico y evidente, que por más que se multiplican los signos por doquier no se quiere aceptar. El populismo avanza y la desesperación de las masas empuja a Occidente en una nueva dirección. Si al final esta dirección seguirá la ruta que se pretendía marcar, hacia el totalitarismo, u otra diferente, es una cosa todavía por dirimir.

- También en España el descrédito político sigue creciendo: Este año ha sido de auténtico vodevil, con la repetición de las elecciones de diciembre de 2015 en junio de este año. El país ha estado prácticamente un año sin renovar el Gobierno y con una legislatura completamente estéril. El partido tradicionalmente de izquierdas, el PSOE, continúa en la ruta segura de su hundimiento secular, probablemente acelerado por la poca honrosa (y poco democrática) defenestración de su líder. El partido dicho de izquierdas de nuevo cuño, Podemos, o toda la constelación de fuerzas que más o menos se agrupan detrás de ese nombre, no ha sabido aún capitalizar la debacle del PSOE, en parte por sus tempranas y hueras luchas internas (fruto, posiblemente, de la indefinición inicial de su proyecto político). En este contexto, el conservador PP ha conseguido revalidar el Gobierno, aunque sea en minoría, gracias a un no demasiado noble apoyo de un PSOE (apoyo que puede costarle aún más votos al centenario partido). Como ven, todo un galimatías político y una opereta, que refleja la pérdida de fronteras bien definidas entre las diferentes opciones políticas y un exceso de TINA (que podría ser traducido en español castizo como: "Esto es lo que hay"), con el hartazgo del electorado en aumento. En el extremo oriental de la península ibérica, el Govern de Cataluña opta decididamente por la vía separatista, aunque envía mensajes contradictorios, a veces acelerando el denominado "Proceso", a veces ralentizándolo, aunque la desafortunada tendencia del ejecutivo nacional a judicializar asuntos que más valdría tratar políticamente pueden acabar precipitando la balanza del lado de la independencia.


- La transición climática: Y mientras los expertos miran con preocupación la evolución del mercado de materias primas, mientras las guerras se multiplican, mientras el drama de los refugiados arrecia, mientras los atentados rompen el aparente orden apacible occidental (sobre todo, en lo que respecta a la multiculturalidad) y mientras el descrédito político ocupa todas las tertulias, un fenómeno de alcance global que puede poner en jaque a toda la Humanidad continúa su curso impasible, siendo el foco de atención de muy pocos. Los últimos meses han sido los más cálidos desde que hay registros y este año, por primera vez desde que consta, la cobertura de hielo marino del Ártico y del Antártico están al mismo tiempo por debajo de los mínimos propios de la época. No hace tanto, los años en los que el hielo ártico avanzaba el antártico retrocedía y viceversa. Ahora ya no. Como muestra la gráfica que abre el post, la cobertura global de hielo marino se separa completamente de la evolución de los últimos años; no es simplemente la paulatina disminución de la superficie marina helada, este año algo ha cambiado de manera radical. Alguna cosa del sistema climático está experimentado un cambio de fase, un cambio de comportamiento, y las consecuencias son impredecibles: el mundo podría cambiar para siempre. O para lo que le resta a la Humanidad sobre este planeta, que para el caso, para nuestro caso, es lo mismo.

Salu2,
AMT